Evangelio de hoy, 28/12/2024
12/28/20244 min read
Lectura del santo evangelio según san Mateo 2, 13-18
Después de que los magos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
«Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».
José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo».
Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos.
Entonces se cumplió lo dicho por medio del profeta Jeremías: «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos y rehúsa el consuelo, porque ya no viven».
Reflexión:
El Evangelio de hoy nos coloca en una escena profundamente humana y divina a la vez: José recibe en sueños un mensaje del ángel que lo insta a proteger al niño Jesús y a María huyendo a Egipto. Este sueño es el umbral donde el alma escucha la voz del Espíritu. En ese estado de receptividad, José no solo entiende, sino que actúa con prontitud y confianza. Su respuesta nos enseña que la obediencia a la voz divina es el camino que asegura la protección del alma, incluso en los momentos de mayor incertidumbre.
La huida a Egipto no es solo un desplazamiento físico; es un símbolo del viaje del alma que busca proteger la chispa divina en medio del caos del mundo. Egipto, tierra de refugio y de exilio, representa tanto el descenso a la materia como el lugar de transformación. Es un recordatorio de que, a veces, necesitamos entrar en la oscuridad para que la luz pueda resurgir con mayor fuerza. José y María, custodiando al infante divino, encarnan el cuidado de lo sagrado en un mundo que a menudo lo rechaza y lo teme.
Herodes, con su ira destructiva, simboliza las fuerzas del ego que se resisten a la llegada de la luz. Su reacción violenta es la respuesta del mundo ante aquello que amenaza sus estructuras de poder. Sin embargo, el plan divino no puede ser frustrado. "De Egipto llamé a mi hijo": este llamado no es solo una profecía cumplida, sino una declaración de que lo material, lo oscuro, será redimido por la luz que lo trasciende.
La matanza de los inocentes, aunque trágica, revela una verdad espiritual más profunda. Los niños sacrificados se convierten en los primeros mártires, testigos involuntarios de una verdad que el mundo aún no puede comprender. Son el símbolo de la inocencia que el mundo rechaza porque teme su pureza y su conexión con lo divino. Este evento nos invita a reflexionar sobre cómo las estructuras del poder, tanto externas como internas, tienden a oponerse a todo lo que anuncia la trascendencia.
El llanto de Raquel, que se oye en Ramá, es el eco del sufrimiento colectivo de la humanidad en su búsqueda de redención. Es un recordatorio del dolor universal causado por la desconexión con lo divino. Sin embargo, en ese llanto también hay esperanza, porque Dios nunca abandona a su pueblo. La oscuridad del exilio guarda la promesa de un retorno a la luz, de una redención que transforma incluso el sufrimiento más profundo.
Este pasaje también nos confronta con nuestra propia responsabilidad. ¿Cómo protegemos lo sagrado en nuestras vidas? ¿Cómo respondemos cuando lo divino, representado por la inocencia, la verdad o la justicia, está amenazado en nuestro entorno? Al igual que José, estamos llamados a actuar con valentía y fe, confiando en que la luz eterna nos guía incluso en las noches más oscuras.
Finalmente, la huida a Egipto y el sacrificio de los inocentes nos enseñan que el camino del Justo atraviesa la noche, pero siempre está iluminado por la luz divina. Este viaje, aunque marcado por el dolor, es asumido por Dios en el plan de redención que transforma la oscuridad en gloria. El pecado genera dolor, y la redención sana... Aunque tenga sis tiempos. En nuestra propia vida, podemos encontrar en estos momentos de exilio espiritual la oportunidad de resurgir con mayor claridad y fortaleza en nuestra relación con Dios.
Propósito para hoy:
Reflexiona sobre las "huídas" que has tenido que emprender en tu vida, ya sea para proteger algo importante o para buscar claridad. Agradece a Dios por ser luz y guía en medio de esos momentos oscuros, y comprométete a ser guardián de lo sagrado en tu entorno.
Santoral del día:
Hoy recordamos a los Santos Inocentes, los niños martirizados por orden de Herodes en su intento de eliminar al recién nacido Jesús. Son considerados los primeros mártires cristianos, y su fiesta nos llama a reflexionar sobre la injusticia y la violencia contra los inocentes. "La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos". Esta afirmación nos recuerda que, aunque el mal pueda causar sufrimiento, la fe y el testimonio de los mártires inspiran y fortalecen a la comunidad creyente.
Jaculatoria para el día:
"Señor, guíame en las noches oscuras de mi vida y enséñame a proteger la luz que has puesto en mi corazón".
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