Evangelio de hoy, 28/01/2025

1/28/20253 min read

Lectura del santo evangelio según san Marcos 3, 31-35

En aquel tiempo, llegaron la madre de Jesús y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dice: «Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan». Él les pregunta: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?». Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Reflexión:

Este pasaje del Evangelio nos presenta una escena en la que Jesús redefine los lazos familiares, enfatizando la primacía de la obediencia a la voluntad de Dios sobre las relaciones de sangre. Es una invitación a reflexionar sobre nuestra pertenencia a la familia espiritual que Jesús propone.

"Llegaron la madre de Jesús y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar."
La presencia de la familia de Jesús, que lo busca desde fuera, simboliza una relación basada en vínculos naturales. Sin embargo, su posición "fuera" contrasta con la de aquellos que están "dentro", escuchando y siguiendo las enseñanzas de Jesús. Esto nos lleva a cuestionarnos: ¿Estamos nosotros "dentro" o "fuera" en nuestra relación con Cristo?

"¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?"
Con esta pregunta, Jesús no desestima a su familia biológica, sino que amplía el concepto de familia para incluir a todos aquellos que comparten una relación espiritual con Él. Nos invita a ver más allá de los lazos sanguíneos y reconocer a nuestros hermanos y hermanas en la comunidad de fe.

"El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre."
Aquí, Jesús establece el criterio fundamental para pertenecer a su familia: la obediencia a la voluntad de Dios. Esta afirmación nos desafía a evaluar nuestra propia vida y preguntarnos si realmente buscamos y cumplimos la voluntad divina en nuestras acciones diarias.

La centralidad de la voluntad de Dios
Cumplir la voluntad de Dios implica una entrega total y una disposición constante a escuchar su voz. María, la madre de Jesús, es el ejemplo perfecto de esta actitud, al decir: "Hágase en mí según tu palabra". Así, ella no solo es madre por naturaleza, sino también por su fe y obediencia.

La comunidad de creyentes como familia
Jesús nos llama a formar una comunidad unida no por lazos de sangre, sino por la fe y la práctica de la voluntad de Dios. Esta nueva familia trasciende fronteras culturales, sociales y étnicas, creando una unidad profunda entre todos los creyentes.

Implicaciones para nuestra vida diaria
Ser parte de la familia de Jesús nos compromete a vivir según los valores del Evangelio, buscando siempre el bien común, la justicia y el amor al prójimo. Nos invita a construir relaciones basadas en el amor y la obediencia a Dios, más allá de nuestras diferencias.

Una llamada a la acción
Este pasaje nos motiva a profundizar en nuestra relación con Dios y con los demás, fomentando una comunidad de fe que refleje verdaderamente la voluntad divina en el mundo.

Propósito para hoy:

Reflexiona sobre las áreas de tu vida donde puedes alinearte más plenamente con la voluntad de Dios y toma una acción concreta para fortalecer tu pertenencia a la familia espiritual de Jesús.

Santoral del día:

Hoy celebramos a Santo Tomás de Aquino, destacado teólogo y filósofo dominico del siglo XIII. Su profunda búsqueda de la verdad y su dedicación a la enseñanza nos inspiran a profundizar en nuestra fe y comprensión de la voluntad divina.

"La mayor caridad que podemos hacer por el prójimo es compartir con él la verdad."

Jaculatoria para el día:

"Señor, ayúdame a cumplir tu voluntad y a ser verdadero hermano de Cristo."

Que este día sea una oportunidad para fortalecer nuestra relación con Dios y con la comunidad de creyentes, viviendo plenamente nuestra vocación como miembros de la familia de Jesús.