Evangelio de hoy, 26/11/2024

11/26/20243 min read

Evangelio según San Lucas 21, 5-11

En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida». Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?». Él dijo: «Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el fin no vendrá en seguida». Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo».

Reflexión

Este pasaje tiene una fuerza que nos sacude. Jesús, al escuchar que algunos admiraban la majestuosa belleza del templo, les ofrece una advertencia que rompe toda ilusión: "No quedará piedra sobre piedra". Nos invita a reflexionar profundamente sobre dónde ponemos nuestra seguridad. A menudo, confiamos en aquello que parece sólido, majestuoso e inmutable: bienes materiales, estructuras humanas o incluso rutinas de vida que nos dan sensación de control. Pero Jesús nos recuerda que todo lo creado es impermanente, y que nuestra verdadera seguridad solo puede hallarse en Dios.

También señala un misterio inquietante: nadie sabe cuándo llegará el fin. Esto puede referirse tanto al fin del mundo como al fin de un mundo, ya sea el de una época, una situación o incluso nuestra propia vida. Estos "fines" a menudo nos toman por sorpresa, porque no podemos predecir el cambio ni la destrucción. Ante esta incertidumbre, Jesús nos invita a no obsesionarnos con fechas o señales, sino a vivir cada día con plenitud y fidelidad.

Jesús advierte además sobre los falsos profetas, que suelen proliferar en tiempos de crisis. En momentos de incertidumbre, cuando el miedo nubla nuestro juicio, es fácil caer en manos de quienes prometen respuestas fáciles o soluciones inmediatas. Hoy, como entonces, debemos estar alerta ante quienes se presentan como salvadores o quienes difunden alarmas sin fundamento. Su mensaje es claro: "No vayáis tras ellos". En vez de eso, nos anima a leer los signos de los tiempos con discernimiento, interpretando lo que sucede a la luz de la fe y sin dejarnos llevar por el pánico.

Esta enseñanza nos da otra clave fundamental: no asociemos las desgracias con el fin inmediato. Jesús menciona guerras, terremotos y epidemias, pero también afirma que estas cosas "tienen que ocurrir primero, pero el fin no vendrá en seguida". Su invitación es a no vivir con miedo. Las dificultades y crisis son parte de la vida, pero no debemos verlas como una señal de que todo está perdido. Más bien, son ocasiones para fortalecer nuestra confianza en Dios y en Su plan.

Ante todo, Jesús nos anima a centrarnos en lo esencial. En vez de tratar de predecir el fin, nos invita a vivir bien, a cuidar nuestra relación con Dios y con los demás. ¿De qué sirve obsesionarnos con el futuro si descuidamos el presente? Cada día nos ofrece la oportunidad de amar más, servir mejor y avanzar en nuestro camino espiritual.

Finalmente, este pasaje nos recuerda que, aunque todo a nuestro alrededor pueda cambiar o desmoronarse, nuestra fe y nuestra relación con Dios son la roca firme que nos sostiene. En medio de las incertidumbres de la vida, esta confianza nos da paz y esperanza.

Propósito para hoy

Dedica un momento a reflexionar sobre dónde pones tu seguridad. Identifica si hay "templos" en tu vida que puedan ser transitorios, y renueva tu compromiso de vivir con confianza en Dios. Acepta las incertidumbres del día a día como una oportunidad para fortalecer tu fe.

Santos del día

Hoy celebramos a San Leonardo de Puerto Mauricio, cuya devoción al Vía Crucis nos recuerda que la cruz es el camino hacia la esperanza. Una frase suya que resuena con este Evangelio es: "El que confía en Dios no teme lo que le espera, porque sabe que todo le conduce al cielo".

Mantra para el día

"Señor, enséñame a vivir con confianza, sin miedo al mañana."