Evangelio de hoy, 23/12/2024

Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 57-66

Se le cumplió a Isabel el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre; pero la madre intervino diciendo: «No; se va a llamar Juan». Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así». Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Y todos se quedaron maravillados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea; y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va a ser este niño?». Porque la mano del Señor estaba con él.

Reflexión:

Este pasaje del Evangelio nos invita a contemplar el nacimiento de Juan el Bautista, un acontecimiento lleno de significado y enseñanzas para nuestra vida espiritual.

Isabel, en su vejez, da a luz a un hijo, manifestando la misericordia y el poder de Dios. Este nacimiento milagroso es motivo de alegría no solo para la familia, sino también para los vecinos y parientes que reconocen la intervención divina. A menudo somos testigos de las maravillas que Dios realiza en nosotros y en quienes nos rodean. ¿Cómo reaccionamos ante estas manifestaciones de su amor y poder? ¿Somos capaces de reconocerlas y compartir la alegría con quienes nos rodean?

En el momento de la circuncisión, surge la cuestión del nombre del niño. Los nombres, por aquel entonces, eran mucho más que una mera denominación... A cada uno correspondía un nombre en función de su destino. La elección del nombre "Juan", que significa "Dios es misericordioso", no es -por tanto- arbitraria. Dios, a través del ángel Gabriel, había indicado este nombre, simbolizando la misión que Juan tendría en la preparación del camino del Señor. Zacarías, al confirmar el nombre por escrito, muestra su obediencia y fe en la voluntad de Dios, lo que le lleva a recuperar el habla. Este acto nos enseña la importancia de la obediencia a la voluntad divina, incluso cuando va en contra de las expectativas sociales o familiares. Nosotros, ¿estamos dispuestos a seguir la voluntad de Dios, aunque implique ir en contra de las normas o expectativas establecidas?

La reacción de los vecinos y parientes ante estos acontecimientos es de asombro y reflexión. Se preguntan: "¿Qué va a ser este niño?", reconociendo que la mano del Señor estaba con él. Que se hagan esta pregunta refleja la conciencia de que Dios tiene un plan específico para cada persona, y que su intervención en nuestras vidas siempre tiene un propósito mayor. Nos invita a reflexionar sobre nuestra propia existencia y misión en el mundo. ¿Nos hemos preguntado cuál es el propósito que Dios tiene para nosotros? ¿Buscamos discernir su voluntad en nuestra vida diaria?

Además, este pasaje nos muestra cómo la fe y la obediencia de Isabel y Zacarías tienen un impacto no solo en su familia, sino en toda la comunidad. Su fidelidad a Dios se convierte en un testimonio que provoca asombro y reflexión en quienes los rodean. De manera similar, nuestra fe y obediencia pueden ser luz para los demás, invitándolos a acercarse a Dios y a reconocer su acción en el mundo. ¿Somos conscientes del testimonio que damos con nuestra vida? ¿Cómo podemos ser instrumentos para que otros reconozcan la presencia de Dios?

Finalmente, la recuperación del habla de Zacarías tras confirmar el nombre de su hijo nos habla del poder liberador de la fe y la obediencia. Cuando alineamos nuestra voluntad con la de Dios, experimentamos una liberación interior que nos permite alabarlo y proclamar sus maravillas. En nuestra vida, cuando enfrentamos momentos de duda o "mudez" espiritual, recordemos que la fe y la obediencia a Dios nos abren a una vida plena y a la capacidad de ser verdaderos testigos de su amor.

Propósito para hoy:

Dedica un tiempo a reflexionar sobre la misión que Dios te ha encomendado. Pregúntate cómo puedes, en tu entorno familiar y laboral, ser un testimonio vivo de su amor y misericordia.

Santoral del día:

Hoy, 23 de diciembre, la Iglesia celebra la memoria de San Juan Cancio, sacerdote y teólogo polaco del siglo XV, conocido por su caridad, humildad y dedicación a la enseñanza. «Lucha siempre por la verdad, sin descanso y sin temor». Este mensaje nos invita a vivir con integridad y valentía, defendiendo la verdad en todas las circunstancias.

Jaculatoria para el día:

"Señor, hazme fiel a tu voluntad, para que mi vida sea testimonio de tu amor y verdad".