Evangelio de hoy, 21/12/2024

12/21/20243 min read

Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 39-45

En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

Reflexión:

El Evangelio de hoy y el de mañana son el mismo, así que hoy nos centraremos en una parte del texto, y mañana en otra.

El Evangelio nos dice que María, tras el anuncio del ángel, "se puso en camino de prisa hacia la montaña". Este gesto de partir inmediatamente, sola, para visitar a Isabel no es un simple traslado; es una acción llena de simbolismo y enseñanza. En la época, un viaje como este no era nada fácil. María, siendo una joven, emprendió sola un camino que implicaba riesgos y dificultades. Podía haber sentido miedo, pero eligió la valentía, impulsada por el amor y la fe. Este viaje nos invita a reflexionar sobre los "caminos" que Dios nos llama a recorrer en nuestra vida. ¿Cuántas veces nos resistimos a partir, temerosos de las dificultades o inseguridades? Como María, estamos llamados a superar los obstáculos confiando en que Dios nos acompaña en cada paso.

Aunque el texto no lo menciona explícitamente, me es imposible no imaginar que, en su corazón, este viaje también tendría un propósito más personal. Sé que lo que voy a decir no es ortodoxo, pero no puedo evitar pensarlo cada vez que contemplo este pasaje. María había recibido un mensaje asombroso del ángel: estaba llamada a ser la madre del Hijo de Dios. Al dirigirse hacia Isabel, ¿no buscaría también confirmar en algún modo lo que le había dicho el ángel? Ver a su prima, mayor y estéril, embarazada tal como le había anunciado, debió ser un consuelo inmenso. No es que María dudara de Dios, ni de si había tenido un sueño o una alucinación, pero no podemos olvidar que somos humanos (María también), y saber que lo que se nos ha dicho tiene una concreción visible nos transmite paz. En tu vida, ¿cuántas veces también has necesitado signos que refuercen tu confianza en lo que Dios te ha prometido?

Además, Isabel, siendo una mujer mayor embarazada, necesitaría ayuda. En ese tiempo, el embarazo en mujeres de avanzada edad debía ser complicado, y su marido, Zacarías, también era anciano y estaba mudo. El amor de María la llevó no solo a creer en la promesa de Dios, sino también a actuar en consecuencia: a servir, a estar presente donde se necesitaba. Este viaje de María nos recuerda que la fe verdadera siempre nos impulsa a la acción concreta y generosa. ¿A quién puedes servir hoy como reflejo de tu fe en Dios?

Me gusta imaginar a María en el camino hacia la casa de Isabel. ¿Qué pensamientos la acompañarían mientras recorría la montaña? Quizás se preguntaba cómo sería su vida al ser madre del Mesías, o cómo podría explicar lo que había vivido. Quizás cantaba salmos de alabanza o repetía en su corazón las palabras del ángel: "El Señor está contigo". Tal vez incluso hubo momentos de silencio profundo, en los que simplemente dejaba que Dios hablara a su alma. Este camino físico fue también un camino espiritual, un tiempo de preparación interior para el encuentro con Isabel y para lo que vendría después. ¿Cómo enfrentas tú los "caminos" que Dios pone en tu vida? ¿Aprovechas los trayectos para reflexionar, orar y prepararte?

Finalmente, este viaje de María nos invita a pensar en cómo respondemos cuando Dios nos llama. María no se quedó paralizada por el asombro ni permitió que el miedo la detuviera. Respondió con acción, confiando en que el mismo Dios que había comenzado esta obra en ella la sostendría en el camino. En tu vida, estás invitado a hacer lo mismo: a ponerte en camino, con confianza, sabiendo que Dios está contigo, guiando tus pasos.

Propósito para hoy:

Reflexiona sobre los "viajes" que debes emprender en tu vida, ya sean físicos, emocionales o espirituales. Dedica un momento a orar por la valentía de María y da un paso concreto hacia aquello que sabes que Dios te está pidiendo.

Santoral del día:

Hoy, 21 de diciembre, la Iglesia celebra la memoria de San Pedro Canisio, sacerdote jesuita y Doctor de la Iglesia, conocido por su incansable labor en la reforma católica y su defensa de la fe. Una de sus frases inspiradoras es: «La verdad es poderosa por sí misma». Este mensaje nos recuerda la importancia de vivir en la verdad y confiar en su fuerza transformadora.

Jaculatoria para el día:

"Señor, dame la valentía de ponerme en camino, confiando siempre en que Tú me acompañas".