Evangelio de hoy 2024/11/01
Descripción de la publicación.
11/1/20244 min read
Evangelio según San Mateo 5, 1-12
"En aquel tiempo, al ver Jesús a la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y se le acercaron sus discípulos. Entonces, tomando la palabra, les enseñaba diciendo:
'Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Dichosos seréis cuando os injurien, os persigan y digan contra vosotros toda clase de calumnias por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. De la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.'"
Reflexión
Este hermoso pasaje, conocido como las Bienaventuranzas, es una invitación radical al corazón de la santidad. En esta solemnidad, donde recordamos a todos aquellos que han alcanzado la gloria celestial, Jesús nos enseña el camino hacia la santidad, que es una vida centrada en las virtudes, una vida de amor y de comunión con Dios y con los demás. Este mensaje es una ventana abierta a una vida más plena, pero también más exigente, una vida que apunta hacia lo eterno.
Las Bienaventuranzas no son solo un conjunto de normas; son un retrato de la vida de Cristo mismo, quien vivió cada una de estas actitudes en plenitud. Cuando Jesús proclama “Dichosos”, está revelándonos un secreto: la verdadera felicidad no está en lo que el mundo suele valorar —éxito, poder o placer—, sino en el amor profundo, en el sacrificio, y en el desapego que conduce a una libertad interior. Esta libertad te permite mirar la vida con una paz que nadie te puede arrebatar, porque nace de Dios.
Cuando dice "dichosos los pobres en espíritu," Jesús nos invita a reconocer nuestra propia pobreza y limitación. No siempre tenemos la respuesta o el control de las cosas. Aceptar esto y abrirnos a Dios es una forma de humildad que purifica el corazón y lo dispone a recibir la gracia. ¿Cuántas veces en tu vida profesional o familiar te has sentido vulnerable o limitado? Este es el espacio en el que Dios actúa, donde el “Reino de los cielos” puede hacerse presente porque le permitimos a Dios llenarnos de su amor y de su paz.
La mención de los mansos nos habla de la virtud de la paciencia y el control de las emociones. En el mundo laboral y en las relaciones personales, actuar con mansedumbre, aunque parezca una opción débil, es en realidad una fuerza poderosa. La mansedumbre te permite actuar con firmeza, pero sin herir ni dañar a los demás, logrando que la verdadera paz eche raíces en tu entorno. Este “poseer en herencia la tierra” es el fruto de vivir en equilibrio, sin forzar las situaciones ni a los otros.
La invitación a "llorar" y a ser consolados se aplica a nuestras pérdidas y frustraciones. Jesús nos anima a no esconder el dolor, sino a vivirlo con esperanza. Esto es especialmente importante en los momentos de prueba familiar o en los proyectos personales que no salen como esperábamos. Al vivir la tristeza con confianza, podemos abrirnos al consuelo que viene de Dios y entender que el sufrimiento también es parte de nuestro crecimiento.
Los que tienen "hambre y sed de justicia" son aquellos que buscan con sinceridad el bien y la verdad. La justicia divina no se limita a los méritos individuales; es el esfuerzo constante por construir un mundo donde todos reciban lo que necesitan para vivir dignamente. En el trabajo y en tu familia, quizás sientes esta sed cuando ves injusticias o situaciones que podrían mejorar. Tu deseo de justicia es el impulso de Dios en ti para hacer de tu entorno un reflejo de su amor.
Al decir "dichosos los misericordiosos," Jesús nos llama a perdonar y a tender la mano a los demás. La misericordia es una de las virtudes que nos hace más semejantes a Dios. En tu vida cotidiana, ser misericordioso puede significar entender a quienes te rodean, incluso cuando no te corresponden del mismo modo. Esa comprensión abre espacios de sanación y de verdadera paz.
Los "limpios de corazón" son aquellos que buscan a Dios sin doblez ni egoísmo. En una vida llena de ocupaciones, ser limpio de corazón es mantener el foco en lo esencial, en lo que realmente vale. Esta pureza, esta intención clara y sencilla de agradar a Dios, te dará una visión nueva, un “ver a Dios” en cada circunstancia.
Finalmente, los que "trabajan por la paz" y los "perseguidos" son recordatorios de que vivir el Evangelio implica a veces ser incomprendido. Ser constructor de paz en tu vida, en tu familia y en el trabajo no es siempre fácil, porque no todos comparten los mismos valores. Sin embargo, la paz que Jesús promete es duradera y fortalece el espíritu, es una paz profunda que te hace hijo de Dios.
Propósito del día
Hoy, busca vivir una de las Bienaventuranzas de forma concreta. Elige, por ejemplo, la mansedumbre, la misericordia o la pureza de corazón, y aplícala en tus interacciones. Hazlo con la intención de acercarte más a Dios y reflejar su amor a quienes te rodean.
Santos del día
Hoy celebramos la solemnidad de Todos los Santos. Es un día para recordar a todos aquellos que, conocidos o no, han alcanzado la santidad y están en la presencia de Dios. De entre ellos, recordemos una frase de San Agustín que nos puede inspirar hoy:
"Nos hiciste, Señor, para Ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti."
Aforismo del día
"Señor, hazme pobre de espíritu y rico en tu amor."
elEvangeliotehabla.com
Un correo diario para que vuelvas a vibrar con una palabra de Dios que te sorprenderá
© 2024. All rights reserved.
En esta web participamos en el programa de afiliados de Amazon, obteniendo ingresos por las ventas realizadas a través de los enlaces a productos de Amazon de nuestra web que cumplen los requisitos aplicables sin que esto suponga un coste para el comprador. Tanto Amazon como el logo de Amazon son marcas registradas de Amazon.com, Inc. o sus afiliados.