Evangelio de hoy, 14/12/2024

12/14/20243 min read

Lectura del santo evangelio según san Mateo 17, 10-13

En aquel tiempo, los discípulos preguntaron a Jesús: «¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?». Él les contestó: «Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido y no lo reconocieron, sino que hicieron con él lo que quisieron. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos». Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.

Reflexión:

Este pasaje nos presenta un momento de diálogo sincero entre Jesús y sus discípulos. Ellos, con total confianza, preguntan sobre algo que no entienden: «¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?». Esta actitud nos deja una enseñanza importante: no debemos temer expresar nuestras dudas o inquietudes en nuestra relación con Dios. La fe no es incompatible con las preguntas; al contrario, cuestionar desde el corazón abierto nos acerca a una comprensión más profunda. En tu vida espiritual, este ejemplo te anima a llevar a Jesús tus interrogantes y a buscar respuestas con confianza y humildad, sabiendo que Él siempre está dispuesto a iluminar nuestro camino.

Jesús, en su respuesta, confirma la profecía sobre la venida de Elías, pero revela algo sorprendente: «Elías ya ha venido y no lo reconocieron». Esta falta de reconocimiento no solo desvela la ceguera espiritual de quienes no supieron identificar a Juan el Bautista, sino que también anticipa el rechazo que Él mismo enfrentará como Mesías. Aquí encontramos una verdad dura pero esencial: quien no es capaz de reconocer a los profetas, los signos de los tiempos, o las obras de Dios en lo cotidiano, difícilmente será capaz de reconocer a Dios encarnado en Jesús. Esta incapacidad lleva, inevitablemente, a causar sufrimiento, no solo a los enviados de Dios, sino al mismo Dios que viene a salvarnos.

En nuestra generación, esta realidad persiste. Muchas veces estamos tan encerrados en nuestras ideas preconcebidas o tan distraídos con las preocupaciones del mundo que no logramos discernir la acción de Dios a nuestro alrededor. Esta ceguera espiritual nos hace insensibles no solo a las voces proféticas que nos llaman al cambio, sino también a los rostros concretos en los que Cristo se presenta hoy: el necesitado, el que sufre, el que clama por justicia. Este pasaje te invita a preguntarte: ¿estoy reconociendo los signos de Dios en mi vida? ¿Estoy atento a las maneras en que Él me llama, quizás a través de personas, acontecimientos o incluso dificultades?

La figura de Juan el Bautista, identificado con Elías, también nos interpela a no juzgar según las apariencias. Muchos no lo reconocieron porque esperaban un Elías glorioso y triunfante, no un hombre austero que predicaba en el desierto. De la misma manera, Jesús no cumplía las expectativas de un Mesías político y poderoso, sino que vino en humildad y mansedumbre. En tu vida, esta enseñanza te anima a cultivar una mirada más profunda, que no se detenga en lo superficial, sino que busque la verdad y la presencia de Dios incluso en lo inesperado.

Además, este pasaje subraya la importancia de la valentía profética. Juan sufrió rechazo y persecución por ser fiel a su misión, y Jesús mismo anticipa su pasión como consecuencia de no ser comprendido ni aceptado. En tu camino, vivir según los valores del Evangelio puede implicar enfrentarte a incomprensiones o críticas. Sin embargo, como Juan y Jesús, estás llamado a perseverar con fe y a confiar en que Dios sostiene a quienes son fieles a su misión.

Por último, Jesús nos enseña que las promesas de Dios siempre se cumplen, aunque no de la forma que esperamos. Elías ha venido en la figura de Juan el Bautista, y el Mesías ha llegado en la humildad de Jesús. Esta certeza nos invita a confiar en que Dios sigue actuando hoy, incluso cuando sus caminos parecen incomprensibles para nosotros. En tu vida diaria, cultivar esta confianza te ayudará a vivir con esperanza y a estar más receptivo a la presencia divina en lo cotidiano. Porque Dios está aquí y ahora, mucho más cerca de lo que pensamos.

Propósito para hoy:

Reflexiona sobre una situación reciente en la que quizá no reconociste la acción de Dios. Dedica un tiempo a pedir al Espíritu Santo que te ayude a discernir los signos de su presencia en tu vida y en el mundo que te rodea.

Santoral del día:

Hoy celebramos a San Juan de la Cruz, místico y doctor de la Iglesia. Uno de sus versos que a mí más me inspira es este:


Para venir a lo que no sabes,
has de ir por donde no sabes.

Para venir a poseer lo que no posees,
has de ir por donde no posees.

Para venir a lo que no eres,
has de ir por donde no eres.

Cuando reparas en algo
dejas de arrojarte al todo.

Para venir del todo al todo,
has de dejarte del todo en todo.

Sabiduría en vena para todo el que quiera acercarse a este Santo que tanto sabe sobre el rostro oculto de Dios. Te recomiendo encarecidamente que leas su poesía mística... Es una locura.

Jaculatoria para el día:

"Señor, ayúdame a reconocer tus signos y a responder con fidelidad a tu llamada".