Evangelio de hoy, 11/11/2024

Evangelio según San Lucas 17,1-6

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Es inevitable que haya escándalos; pero ¡ay de aquel que los provoque! Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar, que hacer caer en pecado a uno de estos pequeños. Tengan, pues, cuidado.

Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca contra ti siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: 'Lo siento', perdónalo".

Los apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe". El Señor les contestó: "Si tuvieran fe del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decir a este árbol: ‘Arráncate de raíz y plántate en el mar’, y les obedecería".

Reflexión

Este evangelio nos habla de tres temas profundos y entrelazados: el cuidado que debemos tener para no causar escándalos, la llamada al perdón constante y la fuerza transformadora de la fe, incluso en su forma más diminuta. Jesús comienza advirtiéndonos sobre el daño que puede causar el escándalo, especialmente cuando hace tropezar a los más vulnerables, a los “pequeños” de su reino. Esta advertencia es una llamada a la responsabilidad sobre nuestras acciones y palabras, que muchas veces tienen un impacto mayor del que imaginamos. En tu vida cotidiana, tal vez esta reflexión te invite a mirar cómo tus decisiones o actitudes pueden influir en quienes te rodean. Jesús te anima a ser ejemplo de paz, de respeto y de compasión.

La advertencia sobre el escándalo también es una invitación a hacer un examen de conciencia: ¿hay algo en tu vida que podría estar siendo una piedra de tropiezo para otros? En nuestra sociedad, donde las opiniones se comparten fácilmente y donde muchas veces nos olvidamos de las repercusiones de nuestras palabras, este evangelio nos llama a cultivar una comunicación sincera y edificante. Vivir esta advertencia de Jesús es también tener el valor de corregirnos cuando nos damos cuenta de que nuestras actitudes no son congruentes con el amor que Él nos pide.

El perdón radical que Jesús nos pide es otro aspecto que puede resonar en tu vida. “Si tu hermano peca… perdónalo.” Y si vuelve una y otra vez a ofenderte, sigue perdonando. Este es un mandato desafiante, ya que implica renunciar al resentimiento y elegir el amor y la comprensión una y otra vez. Quizá en tu día a día te enfrentas a situaciones en las que te cuesta perdonar, ya sea en el trabajo o en tus relaciones personales. Jesús te invita a confiar en el poder del perdón para transformar el corazón, y a reconocer que el perdón, cuando es sincero, es una puerta a la paz interior y a la libertad.

La petición de los apóstoles, “auméntanos la fe,” muestra que ellos mismos se ven limitados en su capacidad de perdonar y de vivir con la radicalidad que Jesús les pide. Quizá también tú sientas en algún momento que tu fe es pequeña, que no alcanzas a vivir plenamente el amor, el perdón o la entrega que Jesús propone. Sin embargo, Jesús responde con una afirmación esperanzadora: incluso una fe diminuta, como una semilla de mostaza, tiene el poder de transformar. La fe no depende de su tamaño, sino de su sinceridad y de tu disposición a confiar en que Dios puede hacer grandes cosas a través de ti, incluso en medio de tus limitaciones.

La comparación con la semilla de mostaza es una metáfora poderosa, ya que esta pequeña semilla contiene en su interior el potencial de un árbol frondoso. No necesitas tener una fe perfecta o sin dudas; basta con un deseo sincero de creer y confiar en Dios, y Él hará crecer tu fe poco a poco. Este evangelio es un recordatorio de que la fe no es una conquista humana, sino un don que crece cuando se alimenta con humildad, con oración y con pequeños actos de amor. Hoy puedes mirar tus propias dudas o inseguridades con compasión, recordando que Dios comprende tus limitaciones y está dispuesto a ayudarte a crecer.

Este evangelio también te llama a vivir con esperanza y confianza en la providencia divina. La imagen de la semilla de mostaza te invita a poner tus miedos, tus conflictos y tus limitaciones en manos de Dios, confiando en que Él puede convertir lo pequeño en grande, lo débil en fuerte. Quizás hoy puedes poner en oración algún aspecto de tu vida que te cuesta aceptar o perdonar, pidiendo que tu fe, aunque pequeña, sea suficiente para transformarte y abrirte a una vida más plena.

Propósito para hoy

Reflexiona sobre alguna relación o situación en la que necesitas perdonar o pedir perdón. Haz un acto concreto de reconciliación o de acercamiento, pidiendo a Dios la fe necesaria para vivir este acto con paz y sinceridad.

Santo del día

Hoy, 11 de noviembre, recordamos a San Martín de Tours, uno de los santos más populares de la Iglesia. Nacido en el siglo IV en Hungría, fue soldado antes de convertirse en obispo. Conocido por su gran caridad y humildad, San Martín es recordado especialmente por su gesto de partir su capa en dos para compartirla con un mendigo. Este acto simboliza su generosidad y su compromiso con los más necesitados, valores que vivió hasta el final de su vida.

Jaculatoria para el día

“Señor, dame una fe sencilla y auténtica, capaz de mover montañas.”