Evangelio de hoy, 11/01/2025

Lectura del santo evangelio según san Lucas 5, 12-16

En aquel tiempo, estando Jesús en una ciudad, se presentó un hombre lleno de lepra; al ver a Jesús, cayó rostro en tierra y le suplicó: «Señor, si quieres, puedes limpiarme». Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero; queda limpio». Y enseguida le desapareció la lepra. Jesús le ordenó que no se lo dijera a nadie, y añadió: «Ve, preséntate al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó, para que les conste». Su fama se extendía más y más; y acudía mucha gente a oírlo y a que los curara de sus enfermedades. Pero él se retiraba a despoblado y oraba.

Reflexión:

Este pasaje del Evangelio nos muestra el poder sanador de Jesús, pero también nos invita a reflexionar sobre su actitud frente a la fama y el reconocimiento. Jesús actúa con compasión, pero también con una profunda humildad y un propósito claro en su misión.

✠ "Señor, si quieres, puedes limpiarme."
El leproso se acerca a Jesús con una fe humilde, consciente de su necesidad. No exige, sino que se pone en las manos de la voluntad de Dios. Esto nos recuerda que nuestras oraciones deben ser un diálogo lleno de confianza, sabiendo que Dios siempre quiere lo mejor para nosotros. ¿Nos atrevemos a abrir nuestro corazón a Dios con esta misma fe y humildad?

✠ "Jesús extendió la mano y lo tocó."
El gesto de tocar al leproso rompe con las normas sociales y religiosas de su tiempo. Jesús no solo sana, sino que también restituye la dignidad de este hombre marginado. En nuestra vida, ¿cómo podemos imitar a Jesús y tender la mano a quienes más lo necesitan, especialmente a los que son excluidos o rechazados por la sociedad?

✠ "Jesús le ordenó que no se lo dijera a nadie."
Este mandato puede parecer contradictorio. Sin embargo, refleja que Jesús no busca fama ni reconocimiento humano; su misión está centrada en el Reino de Dios, no en la aprobación popular. También muestra su deseo de evitar malentendidos sobre su identidad y misión. En nuestra vida, ¿actuamos buscando la gloria personal, o tenemos presente que todo lo que hacemos debe apuntar hacia Dios y no hacia nosotros mismos?

✠ "Su fama se extendía más y más... Pero él se retiraba a despoblado y oraba."
Aquí vemos el equilibrio perfecto en la vida de Jesús: mientras su fama crece y las multitudes lo buscan, Él prioriza la oración. Esto nos enseña que, cuanto mayor sea la demanda de nuestra atención o nuestras responsabilidades, más necesitamos momentos de soledad para conectar con Dios. En nuestra vida diaria, ¿estamos dedicando tiempo a estar a solas con Dios, especialmente en medio de las exigencias y el ruido?

✠ "Ve, preséntate al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que Moisés mandó."
Jesús respeta las leyes y tradiciones de su tiempo, permitiendo que el leproso se reintegre a su comunidad. Esto nos recuerda que nuestra fe no está separada de la realidad social; estamos llamados a vivir nuestra espiritualidad en relación con los demás, buscando construir comunidades que reflejen el amor y la justicia de Dios.

Este pasaje nos llama a imitar la humildad y la compasión de Jesús, a buscar espacios de oración en medio de nuestras actividades y a recordar que toda gloria y reconocimiento deben ser dirigidos a Dios. Nos invita también a tender la mano a quienes necesitan sanación, no solo física, sino también espiritual y emocional.

Propósito para hoy:

Busca un momento de silencio para reflexionar sobre cómo puedes equilibrar tus responsabilidades con momentos de oración. Pide a Dios la gracia de actuar siempre con humildad y de llevar su amor a quienes más lo necesitan.

Santoral del día:

Hoy celebramos a San Higinio, papa y mártir del siglo II, recordado por su valentía en la defensa de la fe y su dedicación al servicio de la Iglesia. Su vida nos inspira a vivir con firmeza y humildad, reconociendo que toda misión comienza y se sostiene en Dios.

"La verdadera grandeza está en hacer que nuestra vida apunte siempre hacia Dios y no hacia nosotros mismos." Esta afirmación nos anima a vivir nuestra fe con autenticidad y a recordar que somos instrumentos del amor de Dios en el mundo.

Jaculatoria para el día:

"Señor, dame la gracia de buscarte en el silencio y de servirte con humildad."

Que este día sea una oportunidad para reconocer la presencia de Jesús en nuestras vidas, buscar su voluntad en la oración y ser instrumentos de su compasión en el mundo.