Evangelio de hoy, 10/12/2024

Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 12-14

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños».

Reflexión:

Este pasaje nos ofrece una imagen conmovedora del amor y la misericordia de Dios hacia cada uno de nosotros. La parábola del pastor que deja a las noventa y nueve ovejas para buscar a la que se ha extraviado nos muestra la importancia que tiene cada individuo para Dios. Es fácil sentirse a veces como una oveja perdida, desorientados o apartados del camino correcto. Sin embargo, este Evangelio nos recuerda que Dios nunca nos abandona; al contrario, nos busca con diligencia y se regocija cuando volvemos a Él.

La acción del pastor, que deja a las noventa y nueve en el monte para buscar a la oveja perdida, puede parecer imprudente desde una perspectiva humana. Sin embargo, Jesús utiliza esta imagen para ilustrar la profundidad del amor divino, que trasciende la lógica humana. En nuestro mundo, donde las decisiones a menudo se basan en cálculos y resultados, esta parábola te invita a considerar el valor intrínseco de cada persona, más allá de su productividad o éxito aparente.

La alegría del pastor al encontrar a la oveja perdida es desbordante. No puede ser de otra manera. Esta reacción -que muchos hemos experimentado alguna vez- nos recuerda que el retorno de alguien que se ha alejado es motivo de celebración en el cielo. En tu vida familiar, es posible que enfrentes situaciones donde algún miembro se ha distanciado o enfrenta dificultades. Este pasaje te anima a mantener la esperanza y a recibir con alegría y amor a quien retorna, reflejando así la misericordia divina.

Jesús concluye afirmando que "no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños". Esta declaración subraya la dignidad y el valor de cada persona, especialmente de los más vulnerables. En tu día a día, estás llamado a ser reflejo de este amor inclusivo, brindando apoyo y comprensión a quienes lo necesitan, ya sea en tu familia, en tu trabajo o en tu comunidad.

La parábola también nos invita a reflexionar sobre nuestra propia responsabilidad. Así como el pastor toma la iniciativa de buscar a la oveja perdida, nosotros también estamos llamados a ser agentes de reconciliación y guía para quienes se han desviado. En tu entorno, puedes ser ese puente que ayuda a otros a reencontrarse con su propósito y con Dios.

Finalmente, este pasaje nos recuerda la importancia de la comunidad. Las noventa y nueve ovejas permanecen juntas mientras el pastor busca a la perdida, simbolizando la fortaleza que encontramos en la unidad. En tu vida, cultivar relaciones sólidas y un sentido de pertenencia en tus diferentes ámbitos te brindará apoyo y te permitirá ser un sostén para otros. Estamos llamados a serlo.

Propósito para hoy:

Dedica tiempo a reflexionar sobre alguien en tu entorno que pueda sentirse "perdido" o alejado. Acércate a esa persona con empatía y ofrece tu apoyo, siendo un reflejo del amor y la misericordia de Dios.

Santoral del día:

Hoy celebramos a Nuestra Señora de Loreto. No puedo evitar pensar que nos hablaba a ti y a mí cuando dijo: "Debes saber que la casa que recientemente fue traída a tu tierra es la misma casa en la cual yo nací y crecí. Aquí, en la Anunciación del Arcángel Gabriel, yo concebí al Creador de todas las cosas. Aquí, el Verbo se hizo carne". Aquí y ahora. En ti y en mí.

Jaculatoria para el día:

"Señor, hazme instrumento de tu amor y guía para los que se han perdido"