Evangelio de hoy, 09/01/2025
1/9/20254 min read
Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 34-44
En aquel tiempo, después de la multiplicación de los panes, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se dirigieran a Betsaida, mientras él despedía a la gente. Después de despedirlos, se retiró al monte a orar.
Entrada la noche, la barca estaba en medio del lago y Jesús, solo, en tierra. Viendo los trabajos con que avanzaban, pues el viento les era contrario, se dirigió a ellos caminando sobre el agua, poco antes del amanecer, y parecía que iba a pasar de largo.
Al verlo andar sobre el agua, ellos creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, porque todos lo habían visto y estaban espantados. Pero él les habló enseguida y les dijo: "¡Ánimo! Soy yo; no teman". Subió a la barca con ellos y se calmó el viento. Todos estaban llenos de espanto y es que no habían entendido el episodio de los panes, pues tenían la mente embotada.
Reflexión:
¡Cómo me resuena el Evangelio de hoy! ¡Cuántas veces ha sido bálsamo para mi alma en medio de las tormentas y dificultades!
✠ "Después de despedirlos, se retiró al monte a orar."
El pasaje comienza mostrándonos a Jesús retirándose a orar después de un día lleno de actividad, milagros y multitudes. Este detalle no es menor. En medio de su misión, Jesús busca tiempo para estar con el Padre, para recargar su espíritu y orientar su corazón. Nos recuerda la importancia de detenernos en medio del ritmo frenético de nuestra vida, de buscar momentos de silencio para conectar con Dios. ¿Cómo estás cuidando ese espacio de oración en tu día a día? Jesús, siendo el Hijo de Dios, lo hacía; cuánto más nosotros necesitamos ese encuentro íntimo con el Padre.
✠ "Viendo los trabajos con que avanzaban, pues el viento les era contrario..."
Los discípulos, mientras tanto, luchaban contra el viento en medio del lago. Esta imagen es un espejo de nuestras propias luchas: esos momentos en los que nos sentimos solos, remando sin avanzar, enfrentando fuerzas que parecen superarnos. Sin embargo, Jesús los ve. Aunque ellos no se daban cuenta, sus esfuerzos no pasaban desapercibidos. Jesús también te ve a ti, en tus luchas cotidianas, y no se queda indiferente. Su mirada no es de juicio, sino de amor y compasión.
✠ "Se dirigió a ellos caminando sobre el agua."
Jesús no solo observa; actúa. Se acerca a sus discípulos de una manera inesperada, caminando sobre el agua. Este gesto revela que no hay barreras que puedan detener a Dios cuando se trata de alcanzarte. A veces, sus formas de intervenir en tu vida pueden ser sorprendentes, incluso desconcertantes, pero siempre están orientadas a ayudarte. ¿Estás dispuesto a reconocer esas intervenciones divinas, aunque no siempre sean como esperabas?
✠ "¡Ánimo! Soy yo; no teman."
En medio de su miedo, Jesús les habla con ternura: "Soy yo; no teman". Estas palabras son un bálsamo para el corazón angustiado. ¿Qué temores estás cargando hoy? Permite que estas palabras resuenen en tu interior. Jesús no elimina la tormenta de inmediato; primero calma el miedo en sus corazones. Su presencia transforma la manera en que enfrentamos nuestras dificultades.
✠ "Subió a la barca con ellos y se calmó el viento."
Cuando Jesús entra en la barca, todo cambia. El viento cede, la calma regresa, y el temor desaparece. Este acto es una invitación a dejar que Jesús entre en tu vida, en tus batallas, en tus momentos de caos. Su presencia no solo trae paz, sino que también te fortalece para seguir adelante. ¿Le has abierto la puerta de tu "barca"? Él no espera perfección, solo tu disposición.
✠ "No habían entendido lo de los panes, pues tenían la mente embotada."
El Evangelio nos recuerda que incluso aquellos que caminan junto a Jesús pueden no entender del todo sus obras. A veces, nuestras preocupaciones, distracciones o dudas nos impiden ver con claridad lo que Dios está haciendo. Pero Jesús, con paciencia, sigue enseñándonos y guiándonos, esperando que poco a poco abramos nuestro corazón y comprendamos su amor y su plan para nosotros.
Este pasaje nos invita a confiar, a reconocer que Jesús siempre está atento a nuestras necesidades y que su presencia puede transformar cualquier tormenta en calma. Él ve tus luchas, se acerca a ti y te dice: "No temas". ¿Estás dispuesto a dejar que su luz ilumine tus noches oscuras?
Propósito para hoy:
Tómate un momento para orar, entregando a Jesús esas "tormentas" que enfrentas. Pídele que suba a tu barca y transforme tus miedos en confianza.
Santoral del día:
Hoy celebramos a San Lorenzo Justiniano, un santo conocido por su profunda espiritualidad y dedicación al servicio de la Iglesia. Su vida es un recordatorio de que el verdadero liderazgo espiritual nace de la humildad y la oración.
"El que busca a Dios con un corazón sincero, lo encontrará siempre dispuesto a acogerle." Estas palabras nos inspiran a buscar a Dios con confianza, sabiendo que siempre está cerca de nosotros.
Jaculatoria para el día:
"Señor Jesús, sube a mi barca y calma las tormentas de mi vida."
Que este día sea una oportunidad para reconocer a Jesús a nuestro lado, confiar en su presencia y dejar que su paz transforme cada aspecto de nuestra vida. Él está con nosotros, siempre.
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