Evangelio de hoy, 08/01/2025

1/8/20253 min read

Lectura del santo evangelio según san Marcos 6, 34-44

En aquel tiempo, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas. Cuando se hizo tarde, se acercaron sus discípulos a decirle: «Estamos en despoblado y ya es muy tarde. Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer». Él les replicó: «Dadles vosotros de comer». Ellos le preguntaron: «¿Vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?». Él les dijo: «¿Cuántos panes tenéis? Id a ver». Cuando lo averiguaron, le dijeron: «Cinco, y dos peces». Él les mandó que la gente se recostara sobre la hierba verde en grupos. Ellos se acomodaron por grupos de cien y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces. Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces. Los que comieron eran cinco mil hombres.

Reflexión:

¡Qué escena tan conmovedora nos presenta el Evangelio de hoy! Jesús, movido por la compasión, atiende a una multitud hambrienta no solo de alimento físico, sino también de guía y esperanza. Este pasaje nos invita a reflexionar sobre nuestra capacidad de empatía y acción ante las necesidades de quienes nos rodean. Necesidades tanto físicas como emocionales y espirituales.

"Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor."
La mirada de Jesús no es indiferente; Él percibe la desorientación y el desamparo de la gente. En nuestra vida diaria, ¿somos capaces de detenernos y realmente ver a quienes nos rodean? ¿Reconocemos sus necesidades, sus dolores, sus anhelos? La compasión de Jesús nos invita a abrir los ojos del corazón y a ser sensibles a las realidades de los demás.

"Dadles vosotros de comer."
Ante la sugerencia de los discípulos de despedir a la multitud para que busquen alimento, Jesús les desafía a asumir la responsabilidad: "Dadles vosotros de comer". Esta llamada resuena hoy para nosotros. En nuestras familias, trabajos y comunidades, ¿cómo respondemos ante las necesidades que se presentan? ¿Esperamos que otros actúen, o asumimos el compromiso de ser instrumentos de provisión y amor?

"¿Cuántos panes tenéis? Id a ver."
Jesús no pide lo que no tenemos; nos invita a ofrecer lo poco o mucho que está a nuestro alcance. A veces, subestimamos nuestros recursos o capacidades, pensando que son insuficientes. Sin embargo, en manos de Jesús, nuestras limitaciones se transforman en abundancia. ¿Qué dones, talentos o recursos puedes ofrecer hoy para el bien de los demás?

"Tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición..."
Antes de la multiplicación, Jesús eleva su mirada al cielo y bendice los alimentos. Este gesto nos enseña la importancia de reconocer la fuente de toda bendición y de confiar en la providencia divina. En nuestras tareas diarias, ¿buscamos la guía y la bendición de Dios, confiando en que Él puede multiplicar nuestros esfuerzos?

"Comieron todos y se saciaron."
La generosidad de Dios no conoce límites. Cuando ofrecemos lo que tenemos con amor y fe, Él se encarga de que haya suficiente para todos. Este milagro nos recuerda que, en la economía del Reino, la solidaridad y el compartir conducen a la abundancia. ¿Cómo podemos fomentar una cultura de generosidad y compartir en nuestro entorno?

"Recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces."
Después de la multiplicación, aún quedan sobras para alimentar... ¿A las 12 tribus de Israel? Esto nos habla de la sobreabundancia de la gracia divina y de la importancia de valorar y no desperdiciar los dones recibidos. En nuestra vida, ¿somos conscientes de las bendiciones que hemos recibido? ¿Las utilizamos de manera responsable y agradecida?

Este pasaje nos desafía a ser activos en nuestra fe, a reconocer las necesidades de los demás y a responder con generosidad y confianza en la providencia de Dios. Nos invita a ser colaboradores en la obra de Dios, ofreciendo lo que tenemos y confiando en que Él lo multiplicará para el bien de todos.

Propósito para hoy:

Identifica una necesidad en tu entorno cercano y ofrece, aunque sea un pequeño gesto, para aliviarla. Confía en que Dios multiplicará tu acción para el bien de muchos.

Santoral del día:

Hoy celebramos a San Severino de Nórico, un misionero y monje del siglo V conocido por su labor evangelizadora y su dedicación a los pobres en la región del Danubio. Su vida nos inspira a vivir una fe activa y comprometida con los más necesitados.

"El amor todo lo puede, todo lo alcanza." Esta afirmación nos recuerda la fuerza transformadora del amor auténtico, capaz de obrar milagros en nuestra vida y en la de los demás.

Jaculatoria para el día:

"Señor, hazme instrumento de tu generosidad y amor."

Que este día sea una oportunidad para vivir la compasión y la generosidad, confiando en que Dios multiplicará nuestros pequeños gestos para el bien de todos.